Pantalones Rotos
Por Karen Lucia Tapia Hernández
Una vez estaba usando uno de mis pantalones verdes favorito
(tengo varios pantalones color verde) recuerdo que, cuando corría bajo la
lluvia, me resbalé, caí de rodillas y como consecuencia, mi pantalón se rajó en
el área de la rodilla derecha. Me dolió el golpe, pero me levanté, seguí lo que
estaba haciendo y seguí en mi camino. Hubo un tiempo que seguí usando ese
pantalón, sin embargo, después opté por dejar de usarlos porque pensé no valía
la pena usarlos de esa manera. Y así muchas veces puede ser nos pase a nosotros,
puede ser tengamos acceso a cosas nuevas o podamos adquirirlas, sin embargo,
nos empecinamos en seguir haciendo los mismos patrones de conducta y los mismos
hábitos. Inclusive cuando Dios nos ha dicho que debemos transformar y mudar
nuestra manera de ver las cosas y la manera de ejecutarlas. Por lo tanto, aun
cuando ya sabemos que algo no está bien o que algo no nos conviene, muchas
veces seguimos haciendo lo mismo y terminamos haciéndonos daño y arruinando lo
nuevo que podemos experimentar. Analicemos algunos casos en la biblia.
Caso 1: Jesús y el arado
Lucas 9:61-62 RVC
61 Otro también le dijo:
«Señor, yo te seguiré; pero antes déjame despedirme de los que están en mi
casa.» 62 Jesús le dijo: «Nadie que mire hacia atrás, después
de poner la mano en el arado, es apto para el reino de Dios.»
Muchas veces tenemos situaciones en las que hemos dicho que
deseamos seguir a Jesús, sin embargo, al momento que tenemos que hacer algo que
Él nos pide, ponemos una excusa o decidimos posponerlo para la próxima ocasión
que se presente. Tenemos situaciones cuando Dios nos está pidiendo algo y en
vez de obedecer nosotros posponemos lo que Él nos dice y le damos una excusa
para que nosotros podamos ver atrás. Y este proceder depende de lo que nos este
pidiendo Dios que hagamos y que cosas debemos rendir a Él, puesto que no hemos
soltado eso del pasado. Cuando Jesús dice que nadie que mire atrás después de
poner la mano en el arado, hace referencia que una vez que has tomado la
decisión de trabajar con Jesús o encaminar tu vida con Jesús y después con
melancolía o tristeza o pesar miras atrás, es porque estas vacilando, dudando o
titubeando, en lo que estás haciendo. Al decir que alguien no es apto para algo
es equivalente a decir que esa persona no tiene la aptitud o capacidad para
realizar lo que dijo que haría. Por lo tanto, cuando Jesús indica que esa
persona no es apta para el reino de Dios, hace referencia que debemos
comprender que todo lo que hagamos se basa en una decisión y que dependiendo de
la firmeza con la cual actuemos podremos seguir en el camino de Dios o nosotros
mismos nos estamos descalificando en el proceso cuando Dios nos pide algo.
Caso 2: Pablo y la meta que está adelante
Filipenses 3:13 RVC
13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado ya; pero una cosa sí hago: me olvido ciertamente de lo que ha quedado atrás, y me extiendo hacia lo que está adelante;
Otro caso tenemos es cuando el apóstol Pablo nos enseña lo
que debemos hacer aun cuando tenemos un camino ya recorrido. Numerosas veces podemos
llegar a enfrascarnos en las cosas que ya hemos obtenido, logros, metas, éxito
en situaciones pasadas y cometemos el error de querer enfocarnos solo en eso,
sin embargo, eso llega a limitar nuestra capacidad productiva y también nos
puede llevar a olvidar que, aunque ya hayamos obtenido ciertos logros, no
debemos desestimar lo que viene por delante. Es decir, en nuestra vida nosotros
podemos llegar a experimentar diversas situaciones, problemas, procesos, circunstancias,
en las cuales aprendemos cosas nuevas, transformamos nuestra mente y superamos
esas instancias, no obstante, no quiere decir que no debemos ejecutar nuevas obras.
Cuando Pablo hace referencia a que debemos concentrarnos en lo que viene por
delante, también nos hace una invitación a que nos tracemos nuevas metas, tengamos
nuevas aspiraciones y que no nos olvidemos que aun cuando ya hayamos tenido
ciertos logros, el logro final siempre nos debe llevar a conocer más de Dios y
como meta final estar con Dios en su Reino. Si nos estancamos en el pasado, no
transformaremos nuestra mente y puede llevarnos a ser vulnerables a deslices y
que olvidemos que siempre debemos de expandirnos. Al hablar de extender, el apóstol
Pablo hace referencia a que aumentemos lo que hacemos y además significa que “alcanza
su fuerza, virtud o eficacia a influir u obrar en otra u otras[1].” Cada etapa de nuestra
vida, debe llevar un propósito y un significado y mediante la capacidad que nos
sea posible influir a otros a ser mejor, ayudar a otros en el camino y asegurarnos
que lo que hagamos también tenga un impacto en nuestro entorno.
Caso 3: Los ajos de Egipto
Números 11:5 RVC
5 ¡Cómo extrañamos el pescado que comíamos en Egipto! ¡Y los pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos que nos regalaban!
Quizá no sea tu caso, pero las relaciones tóxicas existen
en diferentes maneras. Y lo podemos ver en el caso de los israelitas. Los
israelitas habían sido esclavizados por más de 400 años y cuando finalmente
salieron de lo que los oprimía una de las primeras cosas que comenzaron a
extrañar fue la comida. Existen situaciones en las que podamos
haber tenido malas experiencias, pero como en el caso de los israelitas, ciertas cosas nos mantenían vivos o dependientes hacia
esta relación. Puede ser que algunas cosas aparentemente sean buenas, quizá en
ocasiones te puedan hacer sentir bien por algunos instantes, pero en realidad,
el impacto general en tu vida solo ha causado opresión, sufrimiento, escasez, o
algún otro tipo de pérdida. Y cuando por alguna razón te has desligado de ese
tipo de relación tienes pensamientos de queja o melancolía y añoranza con los
cuales deseas regresar a lo que te hizo daño. Estas cosas son los tipos de
situaciones/relaciones u experiencias de las cuales no debemos ver atrás,
puesto lo que está por delante trazado en los planes de Jehová siempre es mucho
mejor. En el caso de los israelitas, ellos iban hacia la Tierra Prometida, pero
no supieron aprovechar el transcurso del camino para poder llegar allí y en vez
de contentarse porque ya eran libres, miraban atrás a la opresión por un plato
de comida.
Estimados, estos son los
tiempos en los cuales Dios nos esta pidiendo que dejemos muchas cosas atrás y pongamos
nuestra mirada en el futuro puesto que sus planes siempre son de bien y no de mal.
Puede ser que hayamos tenido pérdidas o incluso dolor en ciertas
circunstancias, sin embargo, si ya no estamos en esas situaciones y estamos en
los caminos de Dios, debemos recordar que para extendernos hacia adelante
debemos dejar de mirar atrás. Al escuchar la voz de nuestro Creador, Él siempre
nos va a indicar que hacer y cuando hacerlo, solo debemos buscarlo en oración e
intimidad para saber cómo superar lo que viene por delante. Y si necesitamos
ayuda, recordemos lo que dijo el apóstol Santiago y en fe pidámosle ayuda al
Señor.
Santiago 1:5 DHH
5 Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y Él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno.
Si esto te bendijo y te edificó te invito a que compartas esta
publicación. Y si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón o deseas
reconciliarte con Él hoy, te motivo a que lo hagas, y leas la siguiente oración
en voz alta:
“Señor Jesús, te pido perdón por mis pecados, pues sé mis pecados me
separan de ti. Yo te reconozco, como mi único, suficiente y verdadero Salvador.
Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la carne y con el enemigo. Te doy
gracias, por el sacrificio en la cruz, sé que por tu Sangre yo soy limpio/a de
todo pecado y hoy tengo un nuevo comienzo. Te pido que, a partir de hoy, tu
palabra sea la lámpara a mis pies y que tu Espíritu Santo guíe mis decisiones
en todo lo que haga. Amén.”
Y si hiciste esta oración hoy, escríbeme al
correo kltapiahernandez@gmail.com, me encantaría saber de ti. Somos una
familia en Cristo, estamos aquí para apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios
te guíe y te guarde!