Préstame tu máscara…
Préstame tu máscara…
Por Karen Lucía Tapia Hernández
En estos tiempos se nos ha hecho costumbre usar una máscara o mascarilla
para salir, podemos ver de todos los colores, rojos, azules, negras, grises,
con diseños estampados u otros camuflados, pero la situación es que al salir, nosotros
usamos casi en modo automático, una máscara. Una de las cosas interesantes de
las máscaras es que nosotros podemos sonreír detrás de ella y obviamente la
gente no se daría cuenta, porque la máscara impide que nos vean sonreír. Y así
como sonreímos detrás de las máscaras o en caso de que alguna persona nos haga
mala cara, nosotros no nos damos cuenta de lo que piensan las otras personas. Y
es que algunos actúan de una manera pero no necesariamente te muestran sus
verdaderas intenciones, sin embargo, algo que si podemos hacer nosotros es controlar
nuestros propios pensamientos.
Proverbios 4:23 (PDT)
23 Ante todo, cuida tus pensamientos
porque ellos controlan tu
vida.
Cuantos veces hemos sentido que algunas personas no han sido genuinas
con nosotros o quizá de hecho si nos hemos sentido traicionados por ellos? Y es
que esos sentimientos encubiertos, fueron pensamientos que se manifestaron a través
de acciones. Por eso, cuando Dios nos habla que debemos cuidar nuestros
pensamientos, se refiere a que todo lo que contemplemos de una manera
equivocada puede llevarnos a tomar decisiones erradas hacia otros o hacia
nosotros mismos.
Mateo 15:18-19 (PDT)
18 En cambio, todo lo malo que la gente dice viene de su
mente. Eso es lo que vuelve impuro a alguien. 19 De la mente salen
los malos pensamientos, asesinatos, adulterios, pecados sexuales, robos,
calumnias e insultos.
Cuando Dios nos indica que renovemos nuestra mente, nos lo dice porque
sabe que puede ser que a veces tengamos pensamientos que no son necesariamente
puros, sino que al contrario, atentan contra la integridad de nuestro corazón y
nuestros sentimientos. Al renovar nuestra mente, estamos quitando todo lo que
no hace bien a nuestro prójimo ni a nosotros mismos, pues como menciona el
versículo anterior, lo impuro en sí, viene de la mente, pero solo cuando no
purificamos nuestra mente es que llegamos a atentar contra nosotros mismos o contra
nuestro prójimo.
De igual manera, podemos meditar, que si permitimos que malos pensamientos
inunden nuestra mente sin nosotros controlar a estos, estaremos actuando de una
manera que llega atropellar no solo a nuestras propias relaciones, sino que
también quebranta nuestra relación con Dios.
Proverbios 21:27 (TLA)
27 Dios no soporta a los malvados
que le traen ofrendas,
y no son sinceros.
Aun cuando intentemos hacer las cosas “bien” ante Dios con segundas
intenciones y cuando nadie más nos mire, el momento que actuamos sin
sinceridad, nuestras ofrendas y sacrificios no son gratos ante Dios. Muchas
personas quizá pueden creer que como nadie se dio cuenta o que quizá no lo dijo
ante los ojos de la persona de quien hablaron o contra quien murmuraron ellos
no se darán cuenta y todo estará bien. Y puede ser ese sea el caso para un humano, sin
embargo, Él que siempre lo sabrá estará midiendo nuestros corazones, nuestros
intenciones y nuestros pensamientos y además, se asegurará de que los que si
caminan con rectitud de corazón e integridad tengan su protección.
Proverbios 10:9-10 (RVA)
9 El que camina en integridad, anda confiado: Mas el que
pervierte sus caminos, será quebrantado.
10 El que guiña del ojo acarrea tristeza; Y el loco de
labios será castigado.
Ser íntegro se define como “algo que no puede, o no está sujeto a la
corrupción. Integridad es un sentimiento, una convicción o una acción que
permanece inalterable.[i]" La Real Academia
Española, define íntegro, dicho de una persona, como: “recta, proba, intachable.[ii]” Naturalmente, una
persona que no controla sus pensamientos, termina expresando lo que no controló
de una manera u otra. Como dice la palabra de Dios, inclusive puede hacerlo
locamente. Dios nos indica que todo aquel que vaya contrario a la integridad o
que no controle sus pensamientos, sufrirá y será castigado. A la inversa de
esto, nos indica que todo aquel que si controla su manera de vivir, puede
caminar con su protección, más no aquel que no controla sus palabras.
Asimismo, algo que debemos tener en cuenta es lo que piensa nuestro Dios de
nuestros caminos y de las actitudes y procederes que hemos tomado. Considerando
que El Señor es juez de las naciones y que nos juzgará a cada uno de nosotros,
conforme nuestras acciones y procederes, andar en integridad garantiza que
nosotros tengamos acceso a su misericordia.
Salmos 7:8 (RVC)
8 Tú, Señor, que juzgas a las naciones,
júzgame como corresponde a tu justicia,
y de acuerdo con mi integridad.
Por lo tanto, recordemos siempre que como pensamos, así actuaremos, y por lo tanto, así seremos. No dejemos que los malos pensamientos definan lo que somos. Al contrario, examinémonos todos los días para caminar en rectitud y bajo la protección y misericordia de Dios. Y por último, recordemos la promesa de nuestro Dios: “El SEÑOR Dios brilla sobre nosotros y nos protege; nos bendice con bondad y gloria. El SEÑOR no le niega ninguna bendición al que vive con integridad.” (Salmos 84:11, PDT)
Y si aún no has aceptado
a Jesús en tu corazón o deseas reconciliarte con Él hoy, te motivo a que lo
hagas, y leas la siguiente oración en voz alta:
“Señor Jesús, te pido
perdón por mis pecados, pues mis pecados me separan de ti. Yo te reconozco,
como mi único, suficiente y verdadero Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el
mundo, con la carne y con el enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la
cruz. Yo sé que, si yo hoy muriese, en tus brazos estaré. Amén.”
Y si hiciste esta oración hoy, escríbeme al kltapiahernandez@gmail.com , me encantaría saber de
ti. Y si esto fue de bendición para ti, compártelo con alguien más. Somos una
familia en Cristo, estamos aquí para apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios te
bendiga!