Tu marca personal…
Tu marca personal…
Por
Karen Lucía Tapia Hernández
¿Has escuchado el término Marca Personal? Hace
unas semanas conversé con una profesional de mercadeo y
recuerdo ella me habló de la marca personal y como esto afecta la
imagen de como
otros nos perciben. En ese momento ella lo estaba aplicando al área
de mercadeo, pero me puse a pensar en la marca personal que tiene
cada persona en este mundo.
De acuerdo a algunas definiciones, la
marca personal, se puede describir como: “la huella que dejamos en
los demás y el recuerdo que estos tienen de nosotros.i”
Sin embargo, sabemos que cada uno de
nosotros tiene una identidad específica y un propósito único.
Pero aún los apóstoles cayeron en el error de fijarse en el
propósito o fin de alguien más. Juan,
por ejemplo, era conocido como el discípulo amado,
¿por
qué? Porque Juan
era con quien mayor conexión tenía en ese entonces nuestro Señor
Jesús. Juan era del tipo de personas que usualmente suscitaba celos
y envidia entre
los demás. Veamos un extracto, del evangelio:
Juan
21:20-21 La Biblia de las Américas (LBLA)
20
Pedro,
volviéndose, vio* que les seguía el discípulo a quien Jesús
amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús
y había dicho: Señor, ¿quién es el que te va a entregar? 21
Entonces Pedro, al verlo, dijo* a Jesús: Señor, ¿y
este, qué?
En
este versículo podemos apreciar que Pedro, en vez de fijarse en su
propia relación con Jesús, quiso inmiscuirse en la relación que
Jesús
tenía con el discípulo amado. No
obstante
es aquí cuando entra nuestra marca personal. ¿Qué
tipo de huella queremos dejar en los otros? ¿Qué
tipo de impacto? Así como Juan tenía un propósito en Dios, también
Pedro, que aún cuando le había negado 3 veces, después de su
proceso de arrepentimiento y búsqueda de Dios, como
resultado de su
primer prédica logró
que más
de 3,000 personas
fueran
discípulos
de
Jesús. Sin embargo, nuestro Señor nos ha llamado a ser únicos y
cumplir
con
un propósito específico en la tierra y a veces parece olvidamos esto.
Romanos
8:28 Nueva Versión Internacional (NVI)
28
Ahora
bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de
quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su
propósito.
Esto
quiere decir que nosotros no debemos creer que alguien más está
mejor que nosotros, que otra persona está más bendecida, que otra
persona tiene mejores talentos, pues cada uno de nosotros tiene un
objetivo
específico en Cristo Jesús y que los procesos y pruebas que pasamos
son para mostrar la gloria de Dios. Además,conforme
nuestro propósito podemos ejecutar las obras que
Dios
nos ha encomendado. Por
otra parte,
debemos considerar, que el propósito viene con un llamado. Retomando
el versículo de Juan y Pedro, “Jesús
le dijo*: Si yo quiero que él se quede hasta que yo venga, ¿a ti,
qué? Tú, sígueme.” (Juan 21:22, LBLA),
podemos observar que Jesús le dijo a Pedro, que lo que le suceda
a Juan, no era algo por lo que él se debería preocupar, sino que su
enfoque debe estar en seguirlo a Él y
cumplir su voluntad.
Por
consecuente, algo que debemos tener
en cuenta es que nuestra huella en esta tierra, tiene un propósito
diferente a
la de
nuestro prójimo, pues así como hemos venido a edificar el cuerpo de
Cristo, no vinimos a ser copias de otras personas, sino a
complementarnos, para que juntos podamos llegar a la meta y ayudarnos los
unos a los otros. Cada uno de nosotros fue específicamente creado
por
Dios para tener una marca personal distintiva en esta tierra y así
poder influenciar al mundo conforme sus
propósitos y diseños . Por
ejemplo, el
salmista David, nos dice:
Salmos
139:16 Traducción en lenguaje actual (TLA)
15-16
Tú viste cuando mi
cuerpo
fue
cobrando forma
en
las profundidades de la tierra;
¡aún
no había vivido un solo día,
cuando
tú ya habías decidido
cuánto
tiempo viviría!
¡Lo
habías anotado en tu libro!
Este
salmo nos indica que
Dios tomó tanto cuidado en formarnos a cada uno de nosotros, de una
manera única, una manera original, una manera que no tenía
duplicidad, que cada día que íbamos a vivir estaba marcado con un
destino y un propósito en Dios. Pensar que nuestro Señor se molestó
en crear cada día con cuidado para escribir y anotarlo en su libro,
quiere decir sus planes son para que nosotros dejemos nuestra marca
personal y única en cada una de las esferas de influencia que
nuestro
Padre
dejó para nosotros.
Juan
15:16 Nueva Versión Internacional (NVI)
16
No me escogieron ustedes
a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que
vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo
lo que le pidan en mi nombre.
Tomando
el versículo anterior, Jesús nos indica que cada uno de nosotros
fue seleccionado exclusivamente por Él, para una comisión y que
en esa comisión seamos productivos y eficientes. Es más, tomando en
cuenta que comisionar significa: “encomendar a alguien una tarea,
asunto o misión,ii”
podemos
inducir que si no estamos comisionados para esa misión o tarea
nosotros no podremos dar frutos, ser eficientes y mucho menos ser
productivos en el área que queremos asumir, pues solo en
lo que Dios nos comisiona y encomienda PERDURA. Asimismo, en el
momento que damos fruto en el área que el Padre nos confía, solo
allí, como consecuencia podemos orar y obtener las respuestas a
nuestras peticiones de
parte de
nuestro
Padre Celestial.
Por
lo tanto, estimados lectores, recordemos que cada uno de nosotros
tiene una marca personal con la que vamos a impactar al mundo, pero
no podemos usar la marca de otra persona para crear ese impacto.
Asumamos nuestros roles para edificar al cuerpo de Cristo los unos
con
los otros y dejemos que sea el Padre actuando en nosotros en cada una
de las tareas que Él nos delegó a
fin de que
veamos
la mano de Dios en cada una de nuestras peticiones al Padre.
Y
si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón o deseas
reconciliarte con Él hoy, te motivo a que lo hagas, y leas la
siguiente oración en voz alta:
“Señor
Jesús, te pido perdón por mis pecados, pues mis pecados me separan
de ti. Yo te reconozco, como mi único, suficiente y verdadero
Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la carne y con el
enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la cruz. Yo sé que, si
yo hoy muriese, en tus brazos estaré. Amén.”
Y
si hiciste esta oración hoy, escríbeme al correo
kltapiahernandez@gmail.com
, me encantaría saber de ti. Y si esto fue de bendición para ti,
compártelo con alguien más. Somos una familia en Cristo, estamos
aquí para apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios te bendiga!