Serpientes y escaleras
Serpientes
y escaleras
Por
Karen Lucía Tapia Hernández
¿Alguna
vez has jugado Serpientes y Escaleras? Este juego es un tablero
enumerado en el cual tenías que cruzar de punta a punta con tu ficha
y unos dados, como obstáculos o propulsores tenía dibujos de
serpientes y dibujos de escaleras. Recuerdo yo solía jugar este
juego hace varios años, y lo que me enojaba es que cada vez que caí
en el recuadro de una serpiente, todo lo que había avanzado, lo
perdía y retrocedía a donde terminaba la cola de la serpiente. Al
contrario de caer en el recuadro de las escaleras que mas bien me
impulsaban hacia arriba y llegaba más rápido a la meta y por lo
tanto, yo estaba contenta. Resulta, que a veces así son las
relaciones que tenemos con nuestros amigos, si no nos damos cuenta
podemos caer en una serpiente y retroceder todo lo que habíamos
avanzado o si lo discernimos bien, podemos caer en una escalera que
nos empuja hacia adelante y avanzamos hacia nuestra meta.
Eclesiastés 4:9-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
9
Es
mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a
lograr el éxito. 10
Si
uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y
está solo, ese sí que está en problemas.
En
muchas ocasiones, la vida nos da lecciones, las cuales podemos
superar siempre y cuando aprendamos la lección. Pero como le decía
yo a algunas personas que conozco, tenemos pruebas y procesos de las
cuales algunas las pasamos solos pero otras las pasamos acompañados
y es allí donde entra el verdadero compañerismo y amistad en Cristo
Jesús. En el versículo anterior, podemos inducir que la unidad hace
la fuerza, pero principalmente, que el éxito se logra cuando ambos
se unen, y no solo se logra el éxito de uno de los dos, sino de
ambas personas que se ayudaban mutuamente
A
consecuencia de la unidad, podemos ver como el cuerpo de Cristo se
fortalece cuando está unido, pues en la unidad es que se manifiesta
el poder del Espíritu Santo. Sin embargo, debemos tener cuidado a
quienes escogemos como nuestros amigos, pues así como existen
personas que nos ayudan a tener éxito, también hay que tener
cautela ya que Jesús dijo que el trigo crece junto con la cizaña.
Proverbios 18:24 Traducción en lenguaje actual (TLA)
24
Con
ciertos amigos,
pero hay otros
amigos
que valen más que un hermano.
Es
decir, que así como en el juego de Serpientes y Escaleras, tenemos
amigos(escaleras) que nos llevan al éxito, también erróneamente o
sin querer, podemos tener “amigos”(serpientes) que lo único que
quieren es hacernos caer o retroceder en los pasos que Dios nos ha
dado a seguir. Consecuentemente, por estas situaciones debemos
pedirle a Dios nos ayude a discernir, que personas son aquellas con
las cuales Él desea nos relacionemos y con quienes no, pues no
queremos que nuestro caminar con Dios se vea contaminado por las
malas influencias que podamos recibir de otras personas.
No
obstante, Dios nos ha dado a los verdaderos amigos para que
mutuamente nos ayudemos a llegar a la meta de nuestras vidas. Ya que
muchas veces los amigos son los que nos impulsan a ser mejores, nos
dan críticas constructivas, nos apoyan en tiempos de angustia, nos
motivan cuando estamos desanimados, nos exhortan cuando es necesario
y frecuentemente incluso nos llegan a proteger de cosas que quizás
nosotros no nos habíamos percatado y que nos pueden alejar de
nuestro propósito y llamado en la vida.
Proverbios
27:17 Nueva Traducción Viviente (NTV)
17
Como
el hierro se afila con hierro,
así
un amigo se afila con su amigo.
Finalmente,
debemos recordar que hay un propósito específico para el cual Dios
nos creo y que: “Cristo
es quien va uniendo a cada miembro de la iglesia, según sus
funciones, y quien hace que cada uno trabaje en armonía, para que la
iglesia vaya creciendo y cobrando más fuerza por causa del amor.”
(Efesios 4:16, TLA).
Dios nos creo a cada uno de nosotros con el propósito de edificar su
iglesia y que nosotros como parte de su iglesia necesitamos trabajar
en armonía para poder crecer y ayudarnos a llegar a nuestros
objetivos. Solo tengamos cuidado de no
caer en la trampa de las serpientes, sino buscar nuestras escaleras,
para que juntos podamos llegar al éxito.
Y
si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón o deseas
reconciliarte con Él hoy, te motivo a que lo hagas, y leas la
siguiente oración en voz alta:
“Señor
Jesús, te pido perdón por mis pecados, pues mis pecados me separan
de ti. Yo te reconozco, como mi único, suficiente y verdadero
Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la carne y con el
enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la cruz. Yo sé que, si
yo hoy muriese, en tus brazos estaré. Amén.”
Y
si hiciste esta oración hoy, escríbeme al correo
kltapiahernandez@gmail.com
, me encantaría saber de ti. Y si esto fue de bendición para ti,
compártelo con alguien más. Somos una familia en Cristo, estamos
aquí para apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios te bendiga!