Entradas

Mostrando las entradas de agosto, 2020

300

300 Por Karen Lucia Tapia Hernandez ¿Has visto la película 300? En esta película el Rey Leónidas de Esparta se enfrentaba contra el ejército persa, liderado por el Rey Xerxes (también escrito como Jerjes). El Rey Leónidas, comandaba un ejército de 300 personas, Leónidas eligió a sus mejores soldados para enfrentarse contra el desafiante Rey Xerxes, y a pesar de que sabía que el imperio persa era extremadamente fuerte y que les sobrepasaban grandemente en número, el mantuvo la firmeza de carácter en ir a enfrentarlo porque luchaba por sus convicciones y en lo que él creía estaba bien. Podemos ver un caso similar en la Biblia, el caso de la Reina Ester cuando el pueblo judío, su pueblo, fue condenado al exterminio por una trampa de Amán, [1] quien miraba en los judíos una amenaza. La Reina Ester decidió pedir apoyo a su pueblo mediante ayuno y oración, mientras ella iba a solicitar una audiencia al Rey Asuero (el mismo Xerxes a quien se enfrentó Leónidas, que en este caso tambié...

¿A quién enviaré?

¿A quién enviaré? Por Karen Lucía Tapia Hernández ¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertas promesas de Dios parecen tardar en cumplirse? ¿Será que la persona que nos profetizó lo dijo bien? ¿O será que le escuchamos mal a Dios? ¿O incluso llegamos a pensar que no somos lo suficientemente dignos para recibir lo que nos profetizaron? Hace unas semanas hablaba con una joven y conversábamos   de una canción titulada “Como en el cielo” de New Wine. Ella me decía que sentía que esa canción era como de guerra, a lo que mi respuesta fue, si, así es, pues la Tierra, no está “Tan Celestial” como el cielo. Por lo tanto, indica que nosotros debemos procurar seguir la voluntad de nuestro Padre que está en los cielos. Examinemos un versículo en nuestra oración ejemplar, El Padre Nuestro: Mateo 6:10  Reina Valera Contemporánea (RVC) 10  Venga tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Este versículo me llama la atención pues acá c...

A spider….igh..

A spider….igh.. By Karen Lucía Tapia Hernández Who likes to clean? Wash dishes, clothes or sort things out? Maybe some like it, but probably like most people, you do not. The truth is that many times we rather not clean or we come up with any type of excuse to not do it. But if we do not clean, we accumulate dust or we may even find insects we do not like, like spiders, igh… but when we start cleaning, we can classify what items we need, what are unnecessary and what we can keep. Just like cleaning at home, we must also get rid of things that become hindrances to our spirit, our soul, our body, our mind, and our heart. Let us examine the following verse: 2 Timothy 2:21-22 New King James Version (NKJV) 21 Therefore if anyone cleanses himself from the latter, he will be a vessel for honor, sanctified and useful for the Master, prepared for every good work. 22 Flee also youthful lusts; but pursue righteousness, faith, love, peace with those who call on the Lord out of...

Ah! Uma aranha…

Ah! Uma aranha… Por Karen Lucia Tapia Hernandez Quem gosta de limpar? Lavar os pratos, talvez a roupa ou outra coisa? Só algumas pessoas gostam disso, mais provavelmente como a muitas outras pessoas a ti não. É a verdade que muitos de nós não gostamos de limpar pois nos dá preguiça ou preferimos fazer outra coisa ou falamos qualquer desculpa para no fazê-lo. Mas, se não fazemos, podemos acumular pó e até encontrar animais que não gostamos muito como  à s aranhas...xii. Mas, quando começamos a limpar, nos damos conta que coisas são necessárias e que não, que devemos tirar e quer conservar, que é útil e que não. Dela mesma maneira que devemos fazer uma limpeza na casa também devemos procurar desfazer-nos daquelas coisas que são  incômodos  a nosso espírito, nossa alma, nosso corpo, nossa mente e nosso coração. Olhemos ao seguinte versículo: 2 Timóteo 2:21-22   Nova Versão Internacional (NVI-PT) 21  Se alguém se purificar dessas coisas, será vaso...

¡Ah! Una araña….

¡Ah! Una araña…. Por Karen Lucía Tapia Hernández ¿A quién le gusta limpiar? ¿Lavar los platos, quizá ropa u otra cosa? Quizá a algunas personas si le guste, pero probablemente como a muchos otros a ti quizá no. Y es la verdad, muchas veces a nosotros no nos gusta limpiar pues o nos da pereza o preferimos hacer otra cosa o ponemos cualquier excusa… para no hacerlo. Pero si no lo hacemos, podemos llegar a acumular polvo, quizá hasta incluso encontrar animales que no nos gusten mucho, como arañas… igh… pero cuando comenzamos a limpiar, nos damos cuenta que cosas son necesarias y que no, de que nos debemos deshacer y que podemos conservar, que nos es útil y que ya no nos es necesario. Y al igual que una limpieza en casa, también debemos procurar despojarnos de aquellas cosas que son estorbos a nuestro espíritu, nuestra alma, nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro corazón. Veamos el siguiente versículo: 2 Timoteo 2:21-22 Reina Valera Contemporánea (RVC) 21 Así que, quie...