Blanca lana para reposo
Por Karen Lucia Tapia Hernandez
¿Has visto a las
ovejas? Una vez en una caminata, en un lugar llamado Hope (traducido como esperanza),
me vi rodeada de muchas ovejas. Miré ovejas blancas, ovejas negras (¡si vi
ovejas negras también!), ovejas manchadas y ovejas moteadas. Resulta que, si las observas de cerca parecen
tiernas y mansas, sin embargo, ciertas ovejas parecían decir mejor no te
acerques. Recuerdo yo caminaba a la par de estas y estas simplemente
deambulaban, o se echaban o comían y estaban allí, pero tranquilas en el pasto,
ellas simplemente estaban y hacían lo que querían sin preocupación aparente
alguna. Al verlas me puse a pensar en cómo
Dios nos compara con las ovejas. Y esto me hace reflexionar como muchas veces,
por tratar de llevar las cosas de acuerdo a nuestra voluntad y lo que queremos
controlar, no encontramos descanso, pues en vez de buscar reposo en Dios,
buscamos como calmarnos en hábitos, vicios, o situaciones fuera de Él, lo cual
muchas veces nos pueden llevar a la destrucción y a alterar nuestras emociones.
Pero es por esto que debemos tener
cuidado en que o quien es que estamos poniendo nuestra mirada y que es lo que
realmente, nos brinda paz, seguridad, y confianza. Por lo tanto, los invito a
que reflexionemos con algunos versículos bíblicos que nos encaminan a la paz y
seguridad de nuestro Dios.
Caso 1. Silencio | Herencia
Salmos
37:7,9
Reina-Valera
1960
7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en
él.
No te
alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el
hombre que hace maldades.
9 Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que
esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
Si alguna vez has
sentido que te han ofendido o que te han hecho alguna injusticia, puede ser te
haya pasado que sientas el deseo de reaccionar de una manera no pasiva, o incluso
contraatacando a la persona que te haya herido u hecho sentir mal, sin embargo,
algo que podemos observar con la enseñanza del salmista es que nosotros debemos
saber esperar en Jehová. No solo nos dice que debemos callar, es decir no
reaccionar, sino que también debemos quitar cualquier cosa que quiera hacernos
cambiar lo que Dios ha puesto en nosotros. Alterar, según el diccionario de la Real
Academia Española, significa “cambiar la esencia o forma de algo; estropear,
dañar, descomponer; perturbar, trastornar, inquietar,” es decir que si nosotros
dejamos que lo que hace alguien más nos afecte o nos altere, estaremos quitando
de nosotros la esencia que Dios nos ha dado para mantener su paz y su
tranquilidad. Como dice Nehemías 8:10, el gozo del Señor es nuestra fortaleza,
por lo tanto, si estamos gozosos en Dios, sin importar que es lo que otra
persona este haciendo, estamos respetando lo que Jehová hará. Es más, en el versículo
37:9 indica que El Señor tiene un plan de justicia y que, al esperar en Dios,
heredaremos la tierra. Es decir, que, si guardamos nuestra paz y esperamos ante
su presencia, Dios se encargará de todo aquello que nos hubiera estado
estorbando, además de esto, también se asegurará que los que esperemos tengamos
herencia conforme a sus planes.
Caso 2. Trabajo |
Descanso
Mateo
11:28
Reina-Valera
1960
28 Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Quizá habrá
momentos donde nos sintamos cansados, quizá acontezcan situaciones que parezcan
ser agobiantes y que nos resten las fuerzas, pero algo que si nos dice Dios en
Deuteronomio 31:6, es que nunca nos dejará ni nos abandonará, porque Él va con
nosotros. En Mateo 11:28, encontramos una invitación de reposo, de descanso, de
amor y cariño. Jesús, nuestro Buen Pastor, nos invita a que lo busquemos, que
hablemos con El, que con confianza nos acerquemos a Él, y en las situaciones
que nos sintamos sin fuerzas, sin ánimos, o con cargas o tribulaciones, el
momento que nosotros nos aproximemos a su trono de gracia, nuestro Rey, nos
hará descansar. Podrá ser que a veces experimentemos situaciones familiares, laborales,
escolares, emocionales, financieras, o de salud, que humanamente se nos haría difícil
llevar solos, si no es que imposible, pero en este bello pasaje de amistad y de
amor, nos encontramos con un Señor a quien le importa lo que nos pase, a quien
le interesa nuestro bienestar, a quien le interesa nuestro confort, a quien le
interesa nuestro ser y es allí donde podemos ver esa invitación con que el
simple hecho de acercarnos al Buen Pastor, Él nos dará descanso. Al obtener
descanso, nosotros recobramos energía, renovamos nuestra mente, logramos
estabilidad emocional, obtenemos paz. Por ende, con una simple invitación,
nuestro Señor Jesús nos da todo lo que necesitemos en ese instante.
Caso 3. Enseñanza
| Descanso
Mateo
11:29
Palabra
de Dios para Todos
29 Acepten mi enseñanza[a] y aprendan de mí
que soy paciente y humilde. Conmigo encontrarán descanso.
Si has estado en
clases, ya sabes que los profesores tienen diferentes tipos de alumnos. Por
ejemplo: los callados, los alegres, los comunicativos, los deportistas, los extremadamente
inteligentes y ocasionalmente alguno al que no le gusta aprender. A veces, así
también nos pasa a nosotros en las situaciones de la vida, es como si estuviésemos
en un salón de clases y de la lección que nos están enseñando, debemos aprender
algo, lo único que debemos estar dispuestos a aprender de lo que se nos esta
enseñando. Así funciona también con Dios, Dios nos instruye con su Palabra, pero también en nuestro
día a día. Los mandatos de Dios se nos presentan en las situaciones que
experimentamos en nuestra vida, pero siempre depende de nosotros y nuestra
decisión en si obedecemos o no las instrucciones de Dios. Puede ser que nos
lleguemos a sentir un poco incomodos en ciertas situaciones, pero en Mateo
11:20 Dios nos manda a ser pacientes y humildes, porque habrá ocasiones en que
estas dos virtudes serán puestas a prueba, pero una vez que esas situaciones pongan
a prueba nuestra paciencia y humildad, nos daremos cuenta que Jehová nos estaba
enseñando algo en el proceso. Y no solo eso, cuando respondemos con paciencia y
humildad, no solo no nos alteramos ni perdemos la esencia de Dios, sino que es como
si lo estuviésemos buscando a Él con nuestras cargas y trabajos y
encontramos el descanso necesitamos. La interrogante sería, ¿nos estamos
dejando instruir y enseñar? Puesto solo si nos dejamos guiar por nuestro Señor
es que podemos encontrar esa paz y el reposo que Él ha diseñado para nosotros.
Por lo tanto,
estimado, hoy debemos meditar en que estamos poniendo nuestra mirada. Si
seguimos las enseñanzas de Dios, sabemos que encontraremos el descanso que necesitamos,
y si estamos descansando encontramos la paz. Y si encontramos la paz, podemos
emitir paz, y si emitimos paz, nos volvemos pacificadores y si somos pacificadores
tenemos una promesa de parte de Jesús: “Bienaventurados los pacificadores,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.” (Mateo 5:9 RVR 1960), y al ser
llamados hijos de Dios, nosotros tenemos la autoridad que Dios nos delegó. Que
bello es poder encontrar la paz en Dios, pues nos acoge como sus hijos y nos
deja heredar la tierra.
Te invito el día
de hoy, que si aún no has recibido a Jesús en tu corazón lo hagas el día de hoy y digas
esta oración en voz alta:
“Señor Jesús, te pido perdón por mis pecados,
pues sé que mis pecados me separan de ti. Yo te reconozco, como mi único,
suficiente y verdadero Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la
carne y con el enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la cruz, sé que
por tu Sangre yo soy limpio/a de todo pecado y hoy tengo un nuevo comienzo. Te
pido que, a partir de hoy, tu palabra sea la lámpara a mis pies y que tu
Espíritu Santo guíe mis decisiones en todo lo que haga. Amén.”
Y si hiciste esta oración hoy, recuerda la
promesa de Dios:
Isaías
1:18-19
Dios
Habla Hoy
18
El Señor dice:
«Vengan,
vamos a discutir este asunto.
Aunque
sus pecados sean como el rojo más vivo,
yo
los dejaré blancos como la nieve;
aunque
sean como tela teñida de púrpura,
yo
los dejaré blancos como la lana.
19
Si aceptan ser obedientes,
comerán
de lo mejor que produce la tierra;
Escríbeme al correo kltapiahernandez@gmail.com,
me encantaría saber de ti. Somos una familia en Cristo, estamos aquí para
apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios te guíe y te guarde!